La madera como material cuenta con unas propiedades físicas muy características que la hacen única.
- Resistencia mecánica: La madera es un material anisótropo, o lo que es lo mismo, que la dirección de las fibras de la madera condiciona la resistencia del material y le permite trabajar tanto a tracción como a compresión, esto se refleja además en su densidad. Pero gracias a los avances tecnológicos, se ha superado esta barrera al unir tableros con las fibras en direcciones cruzadas, lo que permite mayores resistencias estructurales a flexión.
- Dureza: Es la resistencia a ser trabajada por herramientas, ya sean perforaciones o cortes. Cuanto más viejo el árbol, mayor será su dureza y por tanto su resistencia.
- Conductividad térmica, eléctrica y acústica: A diferencia de otros muchos materiales, la madera ofrece niveles muy altos de resistencia al paso de calor, varias veces superior al hormigón y al acero. Si se elimina la humedad de su interior no conduce la electricidad (postes de la luz). Al tener una superficie porosa y deformable absorbe mejor las ondas de sonido, reduciendo así el ruido y reverberaciones.
- Higroscopicidad: Es la capacidad de absorber o ceder humedad debido a la gran porosidad de la madera, que la hincha o contrae. Es un factor a tener en cuenta y que hay que tratar para prevenir variaciones dimensionales.
- Elasticidad: La madera se deforma bajo presiones y mientras no supere su límite vuelve a su estado original cuando estas dejan de actual (como doblar una regla). Además bajo determinadas condiciones de humedad, presión y temperatura se le puede dar formas curvas resistentes.
- Textura: Propiedad estética que la hacen muy atractiva, ya sea por las vetas de sus cortes, el color, la talla o el lijado que convierten a la madera en un material único.