Un poco más sobre Passivhaus

Si estás interesado en saber un poco más sobre lo que son los edificios de consumo casi nulo diseñados con criterios Passivhaus sigue leyendo y conseguirás conocer un poco más.

El Passivhaus o casa pasiva es un método de diseño aplicado a los edificios, de manera que tengan tan poca necesidad de energía que no necesiten de un sistema propio de calefacción ni de refrigeración de alta potencia. De forma que  la energía necesaria se puede aportar mediante el sistema de renovación mecánica de aire higiénico, o lo que es lo mismo por el aire que se renueva en la vivienda.

El estándar Passivhaus solo se preocupa de la demanda energética del edificio en uso, durante su vida útil, de la energía que éste va a consumir, y no de la contenida en todo el ciclo de vida del edificio desde el momento en que se fabrican los diferentes materiales hasta que se derriba, pasando por su construcción. Por lo que no es un estándar ecológico ni un análisis global de todo el ciclo de vida del edificio, pero que se puede combinar con éste. Es principalmente un estándar de eficiencia energética con los objetivos principales de promover la construcción de bajo consumo energético, definir unos consumos máximos de energía, una manera de medirlos y controlarlos y ofrecer a los promotores de las edificaciones los mecanismos adecuados para construir edificios de bajo consumo energético.

 

El concepto de Passivhaus fue creado por los profesores Wolfgang Feist y Bo Adamson en los años ochenta, con la idea de reducir el consumo energético de las edificaciones. Los resultados obtenidos de la monitorización de la primera Passivhaus de Darmstadt, Alemania, mostraron a sus creadores  un descenso del consumo global de un 88 % respecto a la media de consumo de las viviendas alemanas, teniendo en cuenta el gasto de calefacción, agua caliente y electricidad para iluminación y electrodomésticos. Porque sí, en Passivhaus se tiene en cuenta todo, hasta el último elemento que consume energía.

Fruto del éxito inicial de las investigaciones en 1996 se funda el Passivhaus Institut en Darmstadt con el objetivo de promocionar y controlar el Estándar. En la actualidad existen miles de casas en Europa diseñadas y construidas bajo el estándar Passivhaus, sobre todo en Alemania y Austria. Las tipologías construidas no solo engloban viviendas unifamiliares sino también plurifamiliares, oficinas, colegios e instalaciones deportivas. En la actualidad existen más de 30.000 edificios certificados en todo el mundo, estando presentes en los cinco continentes.

La evolución del Estándar Passivhaus es, a día de hoy, de carácter global, existiendo diversas fuentes a través de las cuales poder acceder tanto a los estudios e investigaciones más actuales como a los datos de consumo de los edificios construidos bajo el estándar en todo el mundo. Existe una base de datos mundial de edificios construidos y que puedes consultar en el siguiente enlace www.passivehousedatabase.eu.

 

En España el estándar cuenta con la organización sin ánimo de lucro Plataforma Edificación Passivhaus como difusor principal (www.plataforma-pep.org) que forma parte de iPHA, la agrupación de todas las plataformas mundiales encargadas de difundir y organizar la mayoría de charlas cursos y conferencias técnicas sobre el Passivhaus.

Siendo socio de PEP se puede acceder a la Passipedia, la pequeña enciclopedia de Passivhaus creada por el Passivhaus Institut de Alemania. Actualmente la información de la Passipedia se encuentra en alemán e inglés, sin embargo la plataforma PEP ha comenzado a traducir sus contenidos al castellano.

La difusión de proyectos de arquitectura existe también a través de revistas como be.passive, de Bélgica,  con la posibilidad de descargar la revista en francés en el siguiente enlace www.bepassive.be.

Passivhaus no es solamente para edificios nuevos, para rehabilitación se llama Enerphit, estándar en el que se aplican sus conceptos a edificios existentes en los cuales se quiere reducir drásticamente su consumo de energía. Pero esto lo explicaremos otro día más profundamente.

Siguiendo con los edificios pasivos podemos decir que éstos se fundamentan en la combinación de un elevado confort en la calidad del aire interior y un consumo de energía muy bajo. Para ello se tratan de manera rigurosa los niveles de aislamiento, los puentes térmicos, las infiltraciones de aire, las carpinterías exteriores y el aprovechamiento solar. Todo ello para que a través de un recuperador de calor pueda climatizarse su interior sin apoyo alguno, aunque no siempre haya que hacerlo así, ya que las soluciones que podemos tomar para estas edificaciones son muy amplias y todas ellas válidas ante el Passivhaus Institut. Porque el Passivhaus es adaptable a cualquier climatología y emplazamiento, debiendo solamente adaptar sus principios básicos a los requerimientos de la ubicación del inmueble. En origen, es cierto que se desarrolló para climas continentales pero a día de hoy su adaptación a climas mediterráneos y cálidos ya es una realidad.

El Passivhaus toma su nombre del concepto de funcionamiento pasivo de la vivienda a la hora de mantener el calor, como si de un termo se tratase, en comparación con la típica jarra de cristal de cafetera. El primero mantiene el calor gracias a su estanqueidad y aislamiento, principio pasivo y la segunda necesita de una resistencia eléctrica para mantener el café caliente, principio activo.

Los principios del estándar Passivhaus, como has podido ver en nuestra web, son los ocho que te contamos ahora:

1.- Súper aislamiento, con niveles que doblan e incluso triplican los utilizados en la construcción tradicional. Gracias a lo cual se consigue reducir significativamente las pérdidas de calor, evitar condensaciones en la cara interna de las fachadas y mejorar el confort interior de las edificaciones.

2.- Reducción de los puentes térmicos, que son los puntos débiles de la envolvente térmica de la construcción contemporánea, siendo esta la medida económicamente menos costosa en la ejecución de una obra en relación a su efectividad real. Contribuyendo no solo al ahorro energético sino a la durabilidad de los materiales, evitando las temidas condensaciones.

3.- Control de las infiltraciones, entendido como un salto de calidad enorme respecto a la forma de construcción convencional, ya que supone un control de las fugas de aire no deseadas, por lo que debe ser considerado un patrón de calidad constructiva que se mide mediante el test de presión del Blower Door y que es obligatorio ya en muchos países europeos.

4.- Ventanas y puertas de altas prestaciones, ya que son puntos críticos en el balance energético de las edificaciones en los que debemos minimizar las pérdidas de calor y los puentes térmicos propios, mientras se  maximizan las ganancias solares y obtener así un balance energético netamente positivo en el edificio.

5.- Ventilación con recuperación de calor, concepto novedoso en el cual el aire de nuestra vivienda se renueva de forma automática, sin necesidad de preocupación por parte del usuario  de controlar la abertura y cierre de puertas y ventanas. Siendo un hecho demostrado  la mejor calidad del aire interior, durante todo el tiempo de estancia y la protección contra problemas de humedad, salud y condensaciones. Ayuda, además, a mantener los edificios libres de polvo,  pólenes y otros elementos en suspensión que hacen que el uso de recuperadores de calor sea especialmente apto para alérgicos y asmáticos, niños y ancianos.

Los recuperadores de calor de los edificios Passivhaus son capaces de aprovechar hasta un 95% de la energía contenida en el aire de expulsión, transfiriéndolo al aire de impulsión, de tal manera que si el aire interior se encuentra a 20 Cº y el exterior el a -10ºC se consigue que este último entre a una temperatura de 16.5 ºC.

6.- Optimización de las ganancias solares, ya que los edificios pasivos cuentan con una gran componente bioclimática por la cual deben aprovechar al máximo la energía solar, limitando los sobrecalentamientos para garantizar un buen balance energético.

7.- Modelización energética, no existe Passivhaus sin el cálculo energético con el programa específico del Passivhaus Institut, el PHPP. Mediante el cual se calcula el balance energético de la edificación de manera anual y mensual. Es imposible hacer un edificio Passivhaus sin calcularlo.

8.- Generación autónoma de energía, porque los edificios Passivhaus son los mejor posicionados para ser autosuficientes, porque son los que menos consumen, pudiendo ser certificados según su nivel de producción autónoma de energía en relación con la superficie de su cubierta.

Para poder certificar un edificio como Passivhaus hay que acreditar unos consumos máximos que son los que calculamos con PHPP y que difícilmente podemos conseguir si no hemos hecho caso de los principios básicos. Para calefacción y refrigeración nuestro edifico pasivo deberá tener una demanda inferior a 15 kwh/m2año, tener una demanda de energía primaria no renovable inferior a 120 kwh/m2año o 60 kwh/m2año de energía renovable y cumplir el test de Blower Door medido a 50 pascales de presión con un valor inferior a 0.6 renovaciones hora. En el caso en el cual queramos cumplir con la definición estricta del estándar deberemos conseguir a su vez que la potencia de calefacción y refrigeración sea inferior a 10 w/m2, esto es casi lo más difícil de cumplir y a la vez lo más importante.

Casi nadie de las personas que viven en una Passivhaus acaba hablando del consumo de su casa, lo hacen, claro que sí, sobre todo para fardar ante los amigos. Pero lo que nos cuentan siempre está relacionado principalmente con el confort y la salud. Porque, como has visto, el estándar Passivhaus es un concepto energético muy avanzado, técnico y eficaz, fácil de explicar en sus ocho principios básicos, que nos lleva a una arquitectura fundamentada en sus prestaciones energéticas que se extienden en garantizar la calidad de aire interior y unas condiciones óptimas de temperatura interior.

En enero de 2021 todos los edificios de Europa deberán ser de consumo casi nulo (ECCN). Yo no entro a valorar aquello que siempre decimos de nosotros “aquí eso no llegará”, porque ya ha llegado y porque por primera vez en la historia del sector de la construcción en España muchos de los que formamos parte de él, pese a su estado de quiebra y desprestigio motivado por sus propios errores y avaricia, trabajamos por encima de los requerimientos de la normativa vigente con el convencimiento de que se puede diseñar y construir mejor y de que no tenemos porqué resignarnos a ser tecnológicamente inferiores a nuestros compañeros europeos, ni a  consumir más energía, ni, en definitiva, a habitar con menor calidad.